Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Palabras clave:
feminismo popular, herramientas participativas, informalidad urbana, sociedades patriarcalesCITA APA:
Lopez, L.; Arista, G. & Zarur, E. (Octubre 2020). Diseño participativo, mujeres y autoproducción de vivienda. Trabajo presentado en el Seminario Internacional Virtual Vanguardias del Diseño. San Luis Potosí, México. Recuperado de https://seminario2020.vanguardiasdiseno.org/m1/311Diseño participativo, mujeres y autoproducción de vivienda.
Lourdes Marcela López Mares, Gerardo Javier Arista González, Elleny Zarur Mercado.
El rol central que juegan las mujeres no solo como reproductoras sino también como productoras y gestoras del espacio construido es frecuentemente subestimado en sociedades patriarcales como la mexicana. Sin embargo, desde los años 80´s, en el marco del feminismo popular, se ha reconocido su papel en la producción del espacio doméstico y urbano. Muchas mujeres han demostrado ser organizadoras comunitarias, capaces de pugnar por la mejora de la calidad de vida de sus familias en contextos de marginación y pobreza, además de que, en algunos casos, de articular sus desventajas acumuladas en propuestas de política pública.
El presente trabajo se apoya en la experiencia de Sanders (2002), modelo de diseño que analiza lo que las mujeres piensan, sueñan y hacen para producir su entorno construido en una comunidad pepenadora en formación. El caso de estudio, llamado los García 3, se encuentra en la periferia norte de la ciudad de San Luis Potosí, aledaña al relleno sanitario municipal de Peñasco. En esta comunidad residen actualmente 35 familias dedicadas primordialmente al reciclaje de residuos del relleno. La colonia, altamente marginada, carece de infraestructura urbana como drenaje, electricidad, agua corriente, pavimentación y alumbrado público. Con el fin de mejorar estas condiciones, un grupo de residentes, incluyendo a las mujeres que participaron en este trabajo, ha impulsado, de forma activa, el desarrollo de la comunidad.
Mediante métodos cualitativos de recolección de datos, el trabajo compila las historias de siete mujeres pepenadoras en relación a su participación en la autoconstrucción de sus viviendas y a la mejora de su entorno urbano. Además, con la ayuda de herramientas de diseño participativo implementadas en cinco talleres, el trabajo analiza el cómo estas mujeres visualizan sus comunidades a futuro y cómo participan en procesos de toma de decisiones en torno al diseño de sus viviendas, de un parque y un centro comunitario.
Los resultados muestran que las mujeres entrevistadas reconocen el desafío que implica vivir en los García 3 pero lo sobrellevan bajo la promesa de acceder a un lote de su propiedad que puedan heredar a sus hijos. Además. Se encontró que estas mujeres desempeñan roles diversos de reproducción y producción de su entorno trabajando tanto en el hogar como fuera de él en actividades económicas y de organización comunitaria. Sin embargo, realizan estas actividades en un entorno de desventajas acumuladas que las desempodera, pone en riesgo e incrementa su carga de trabajo. Las mujeres sueñan con una comunidad bien servida y consolidada en la que tanto ellas como sus hijos puedan vivir de forma segura. El diseño participativo, en este contexto, se incorporó como una herramienta que permitió a las personas de la comunidad imaginar y visualizar un mejor futuro para su comunidad. Además, fue un ejercicio poco convencional en un contexto patriarcal que desafió, de manera no subversiva, prácticas convencionales de toma de decisiones y promovió la inserción de las voces de las mujeres y otros grupos como jóvenes y niños, en procesos de diseño de equipamiento comunitario y consolidación de sus viviendas en las que tradicionalmente solo participan los hombres adultos.