Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Palabras clave:
Covid-19, espacio dionisiaco, movimiento moderno, viviendaCITA APA:
Aguayo, B. (Octubre 2020). El agotamiento de lo apolíneo y la búsqueda de lo dionisiaco en la vivienda durante el Covid-19: Rescatando el espacio dionisiaco en la nueva modernidad. Trabajo presentado en el Seminario Internacional Virtual Vanguardias del Diseño. San Luis Potosí, México. Recuperado de https://seminario2020.vanguardiasdiseno.org/m3/223El agotamiento de lo apolíneo y la búsqueda de lo dionisiaco en la vivienda durante el Covid-19: Rescatando el espacio dionisiaco en la nueva modernidad.
Brenilda Ivonne Aguayo Huerta
“La moral es el desprecio por la sensibilidad”
Friedrich Nietzsche
La tragedia que comete Sócrates según Nietzsche fue olvidarse de lo sensible, desde entonces hemos perdido ese espíritu trágico de la convivencia entre el mal y el bien, entre el desenfreno y la compostura, entre el deseo de pasarla bien en una fiesta y el deseo de una vida normal cumpliendo responsabilidades. Al categorizar lo bueno de lo malo fuimos rompiendo la relación armoniosa y necesaria entre Apolo el dios del arte de la escultura, de lo estricto, de lo formal y Dionisio el dios de la música, de la locura, del desenfreno. A partir de Sócrates hemos consagrado una de las dos partes de esta dicotomía, el espíritu apolíneo triunfa sobre lo dionisiaco, la parte dionisiaca ha sido desterrada de su lugar en la historia, el cristianismo la oficializó como lo malo y el ser racional de la modernidad termina destruyendo aquel desenfreno con la ciencia y la razón.
En la arquitectura el espíritu moderno terminó por inclinar la balanza en favor de lo apolíneo. La arquitectura racionalista resulta más económica y eficaz. El cambio obedeció a las nuevas necesidades de higiene y limpieza. Las nuevas tecnologías eliminaron el trabajo manual sustituyendo el confort y la practicidad. Se buscó el progreso entendido como bienestar económico. Marginar el pasado y enaltecer lo nuevo. La estética de la “máquina de habitar” obedeció a la verdad y a la función, convirtiéndose en una cuestión moral. La racionalidad fue el método para localizar y resolver problemas. La forma sigue a la función.
En el movimiento moderno esta dicotomía entre lo apolíneo y lo dionisiaco se llevó en relación con lo privado y lo público. Lo apolíneo es funcional, pragmático, es el espacio habitable, es el espacio privado, donde cada recinto tiene una función específica que le permita al usuario ejecutar sus actividades desde la universalidad de los conceptos. El espacio dionisiaco en cambio es amoral y superfluo, es el espacio público, es el sitio ocioso y vicioso, es el lugar donde se puede acceder a la embriaguez, al desenfreno, es un espacio de conquista, es el espacio de reunión, el espacio de la experimentación de la vida, del placer y la contemplación, del goce humano y la levedad.
En la actualidad debido a la pandemia del Covid-19 el espacio para la vida dionisiaca está cerrado. Las viviendas no están preparadas para el ocio, lo sensible, la contemplación del cielo. La desigualdad económica potencializa la carencia de estos espacios en la vida privada, las casas no tienen jardines, ni patios de convivencia (solo patios de servicio), ni áreas de juego, no hay más allá de lo que se denomina en base a una función (en el comedor se come). La dualidad entre la velocidad de la “normalidad” totalmente racional y controlada se detuvo hasta la pasividad de la nueva normalidad, todo acontece en el mismo espacio. El drama espacial se caracteriza, se disfraza, el futuro es una invitación a quedarnos en un eterno presente, el eterno presente es la propiedad privada donde se habita y no se puede salir. Ahora parece que el ocio debe ser algo obligado para pasar el tiempo, la habitabilidad de esta obligación depende del DISEÑO del espacio íntimo, del espacio para los sentidos, para lo erótico, para reirse a carcajadas, para ejercitarse, para sobrevivir en el confinamiento, para lo vital.
¿Qué espacios son necesarios en esta nueva-normalidad al interior de las viviendas? ¿Cuáles son las carencias que tuvo el movimiento moderno en la casa-habitación para una vida dionisiaca? ¿Cómo coexisten los espacios apolíneos y dionisiacos durante el Covid-19? ¿Fracasó el movimiento moderno justo con el Covid-19 y la nueva normalidad?