Los objetos de diseño, crítica al parámetro de durabilidad

Dra. Claudia Ramírez Martínez

La pérdida del valor de los objetos es una parte inherente a la vida económica y social contemporánea. Cuando se adquiere un objeto, podríamos pensar que su posible duración sería un parámetro en la decisión de compra, pero también puede ser en la contraparte de los objetos que tenemos en el concepto de desechables, o de un solo uso. Esta ponencia propone una crítica a los diseños de lo desechable, aquellos objetos de la obsolescencia programada. Si como sociedad estamos tomando consciencia de los objetos que tenemos en un sentido sobrados de lo necesario, nos preguntamos ¿por qué seguimos diseñándolos?, ¿Somos conscientes como diseñadores de la implicación que tienen nuestras propuestas? Si se acepta que los diseños en algún momento llegarán a formar parte de las cosas cotidianas, sería posible abordar tal razonamiento. Por el contrario, si no se acepta tal implicación, el daño puede ser bastante mayor, o entrar en un caos al no controlarse. Se ha documentado en la bibliografía, por ejemplo, el daño que se ha causado con las botellas de pet para agua o bebidas gaseosas. El enfrentar el cambio climático del planeta, así como los mas diversos movimientos ecológicos nos hace ver la importancia del daño que somos parcialmente responsables como diseñadores; por ejemplo, con las propuestas que han implicado una producción extrema de productos plásticos, se ha terminado por contaminar los mares del planeta con microplásticos, ya que su eliminación está lejos de ser una realidad. Por una parte tendríamos entonces el objeto que necesitamos para nuestra vida diaria: el exprimidor de jugos, los juguetes, espumados para zapatos, el celular, la impresora, etc., etc. Sin embargo, no podríamos concebir nuestra existencia actual sin ellos.

Esta propuesta crítica la durabilidad de diferentes objetos, que han partido de diseño, pero que suelen desecharse aún cuando se pensaron como para un tiempo de uso considerablemente mayor. ¿Qué los hace obsoletos? ¿Qué los hace coleccionables? Estamos en un punto donde la globalidad toma el sentido de una absurda recuperación para una obsolescencia objetual. Aunque las colecciones de una buena parte de museos se crearon ciertamente a partir de objetos que alguna vez tuvieron una determinada utilidad en la vida cotidiana. Entonces, ¿cómo transmitir el sentido de la durabilidad como un valor en el diseño de los objetos cotidianos? ¿hasta qué punto el estudiante de diseño puede o no tener consciencia de las posibles afectaciones de su propio diseño? El hablar de valor se puede aplicar a una amplia gama de productos y servicios, plantearemos su posible inclusión en los procesos de diseño, y mayormente en la repercusión de las propuestas de diseño. Hemos visto las situaciones recientes de trueque como una forma alterna de rechazar el objeto no deseado, probablemente de poco uso, pero aún en posibilidades de ser útil, al menos para la función primaria que se pretende. Los diferentes niveles de arreglos que puede tener un objeto hasta llegar a la circularidad se encuentran igualmente cuestionados y pueden valorarse más en relación a la duración de los objetos. Un parámetro forzosamente implicado en el diseño tiene que ver con el costo económico del producto, al menos una vez que se se produce en serie. Es decir, plantear esta serie de condicionantes o parámetros permitirá abordar en esta propuesta una reflexión acerca del quehacer del diseñador contemporáneo.

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